ANSA
Los residentes de los países limítrofes y Perú en Argentina tienen una incidencia mínima en el empleo y los gastos sociales, según un informe de la Sociedad de Estudios Laborales de Buenos Aires, conocido en un momento en el que en el país proliferan expresiones xenófobas.
"Los inmigrantes de países limítrofes y Perú ocupan 5 por ciento del total de los empleos existentes, con un máximo de 8,5 en el sector informal, lo que refleja su capacidad acotada de inserción en el segmento con mayor demanda de calificaciones", explicó la Sociedad de Estudios Laborales.
El trabajo se realizó sobre la base de la situación laboral, económica y de cobertura social de 750 mil extranjeros que legalizaron su situación en el país entre 2003 y 2009, de los cuales 80 por ciento fueron bolivianos, paraguayos y peruanos. El jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, dijo días atrás, ante la ocupación de un predio público, que ello se debió a una inmigración "fuera de control", vinculada -dijo- a la delincuencia y el narcotráfico.
La definición fue rechazada por los gobiernos de Bolivia y Paraguay, y también por autoridades nacionales argentinas. La presidenta, Cristina Fernández, pidió perdón a los países vecinos y advirtió que no permitirá que Argentina "integre el club de los países xenófobos".
A la vez, crecen críticas a medios locales por cómo tratan a los inmigrantes que participan, junto con argentinos, de la ocupación de predios públicos, por las preguntas que les hacen sobre su vida personal, por qué están en el país, por qué salieron del suyo, si trabajan o no.
Una mujer boliviana cuyo marido fue asesinado durante refriegas por la ocupación del parque Indoamericano, en el sureste de la ciudad de Buenos Aires, declaró que agentes de la policía metropolitana, que responde a Macri, la insultaron por su nacionalidad.
Mientras ella hablaba con periodistas, detrás suyo un dirigente que responde a Macri le gritaba: "Que se vayan a Calafate, ya que Cristina los quiere", en referencia a una casa que la presidenta tiene en el extremo sur del país.
En ese contexto de rechazo a los inmigrantes, y en medio del estímulo a la sensación de que llegan sin control a Buenos Aires para "quitarle el trabajo a los argentinos", o bien "para delinquir" o para "obtener subsidios y vivir del estado", el informe indicó que los residentes bolivianos, paraguayos y peruanos tienen una tasa de actividad laboral 2,5 puntos superior al promedio de la población argentina, lo que implica "una mayor disposición a trabajar".
Incluso, la tasa de actividad supera en cuatro puntos al promedio de inserción laboral de los emigrantes internos provenientes del norte y noroeste argentino, aseguró el informe.
Por el contrario, los residentes extranjeros en Buenos Aires tienen un ingreso per cápita 27 por ciento inferior al de los argentinos, explicó la Sociedad de Estudios Laborales.
El estudio destacó que "contrariamente a lo que supone el público en general, la incidencia de los extranjeros de países limítrofes sobre el empleo y sobre el gasto en recursos sociales es baja".
El estudio agregó que durante el ciclo 2003-2009, de crecimiento económico sostenido en Argentina, los inmigrantes de países limítrofes y Perú reunieron "menos de 7 por ciento del crecimiento del empleo, con cuatro quintas partes en el sector informal".
"En el sector formal, la proporción de ocupación de nuevos empleos fue inferior al 3 por ciento", reveló el informe de la consultora privada.
Además, el informe confirmó que los inmigrantes de los países vecinos y Perú tienen "una tasa de informalidad laboral del 56 por ciento, con serias dificultades para acceder a puestos calificados, lo que determina que 6 de cada 10 trabajen en la construcción, el comercio y el servicio doméstico".
Además, la mitad de estos inmigrantes que conseguieron puestos laborales figuran entre el 40 por ciento de la población de más baja distribución de los ingresos laborales.
"Casi la mitad de los hogares de inmigrantes de países limítrofes y Perú carecen de una cobertura médica o dependen de planes públicos para su atención", advirtió el informe.
Al mismo tiempo, representan 10 por ciento del total de los hogares argentinos que carecen de cobertura social.
En los hogares de bolivianos, paraguayos, chilenos y uruguayos la pobreza en el segundo semestre de 2009 alcanzó a 36,5 por ciento, con una indigencia de casi 12 por ciento, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec).
La consultora privada resaltó como conclusión que "los extranjeros de países limítrofes y Perú no constituyen una competencia seria sobre la población local para obtener planes sociales".
Tomado de Argenpress.info
Tomado de Argenpress.info
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