El primer planeta rico en carbono hallado fuera de nuestro Sistema Solar se encuentra a 1.200 años-luz de la Tierra. Se trata de un gigante gaseoso, por lo que no es posible que pueda albergar vida. Sin embargo, su descubrimiento, descrito esta semana en la revista 'Nature', ofrece a los científicos la posibilidad de explorar un tipo de planetas exóticos completamente nuevos.
Aunque no es posible que albergue vida, su hallazgo permitirá estudiar un tipo de planetas exóticos completamente nuevos
WASP-12b, como ha sido bautizado este objeto, pertenece a una clase de planetas conocidos como 'Júpiter caliente' y fue descubierto en 2009. Es decir, gigantes extrasolares gaseosos con una masa parecida o superior a la de este planeta (en concreto, su masa es 1,4 veces la de Júpiter). Estos planetas orbitan muy cerca de su estrella anfitriona, por lo que las temperaturas son extremadamente altas.
"WASP-12b no puede albergar vida no sólo por las altas temperaturas sino porque es un planeta gigante. Este tipo de objetos está compuesto en su mayor parte de gas y no tiene una superficie en la que pueda desarrollarse la vida. Por lo que sabemos hasta ahora, para que pueda haber vida primero es necesario que se trate de un planeta rocoso", explica Nikku Madhusudhan, principal autor del estudio, a través del correo electrónico.
Grafito y diamante en otros planetas
Los investigadores calcularon que el ratio carbono-oxígeno (C/O) de WASP-12b era superior a uno. Este dato proporciona información muy importante sobre sus orígenes y evolución. Según sostiene este estudio, la atmósfera rica en carbono de WASP-12b respaldaría la teoría de queotro tipo de exoplanetas, los rocosos, puedan estar compuestos de rocas puras de carbono, como grafito o diamante (en lugar de las rocas de silicatos de las que se compone la Tierra ).
También ven posible que hace miles de millones de años se formaran exoplanetas rocosos del tamaño de la Tierra alrededor de la misma estrella anfitriona que WASP-12b. Estos objetos no pueden detectarse porque son muy pequeños pero, en el caso de que sí pudieran ser estudiados, los científicos creen que podrían tener también una atmósfera y una superficie rica en carbono.
Un ambiente hostil para la vida
Para que pudiera haber seres vivos en estos planetas, éstos tendrían que adaptarse a un ambiente extremadamente hostil: "No sabemos si sería posible que pudiera darse algún tipo de vida en un planeta rocoso que tuviera un ratio alto de carbono-oxígeno y en el que las temperaturas fuesen más bajas. Lo único que podemos afirmar es que tendría que ser capaz de sobrevivir con muy poca agua y oxígeno, y con mucho metano y otros hidrocarburos", explica Madhusudhan.
De hecho, el metano es menos tóxico que el arsénico con el que puede vivir la bacteria hallada por la NASA en un lago de California y cuyo descubrimiento fue anunciado la pasada semana: "El arsénico sería mucho más venenoso si se compara con la atmósfera rica en metano que podría darse en un planeta rocoso con un ratio alto de carbono-oxígeno", asegura el investigador.
Composición del planeta
Para determinar la composición de la atmósfera de un planeta, los astrónomos observan la luz que emite en diferentes longitudes de onda. En este caso, usaron el telescopio espacial de la NASA Spitzer para analizar la luz del planeta en cuatro longitudes de onda justo antes de que pasara delante de su estrella anfitriona.
Los resultados se combinaron con datos ya disponibles de otras observaciones realizadas con el telescopio Canadá-Francia-Hawaii, ubicado en esta isla, una información que, según subraya Madhusudhan, ha resultado de gran ayuda para su investigación.
Para analizar los datos, Madhusudhan utilizó un programa informático que él mismo diseñó en 2009, cuando trabajaba en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). El método ya fue empleado para estudiar otros exoplanetas, aunque ahora lo ha perfeccionado añadiéndole un método de análisis estadístico.
"Sin duda estamos en un momento muy emocionante en la investigación de exoplanetas. Creo que en los próximos meses y años se descubrirán otras 'supertierras', y estoy seguro de que habrá más observaciones de sus atmósferas", concluye el investigador.
Tomado de Elmundo.es
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