Nuevos estudios publicados y denunciados pos la Revista Discovery Salud, avalan las peticiones de la retirada de la WI-Fi en los colegios e institutos, ya que afectan de forma negativa el desarrollo normal de sus capacidades de aprendizaje de los niños, afectando a su salud y al de los profesionales de la educación. Debemos de ser serios y responsables y tomarnos este asunto con máxima prioridad para la seguridad de nuestros escolares.
Barrie Trower, científico británico que ha trabajado en el uso de emisiones microondas para la inteligencia militar durante más de una década, ha decidido ahora dedicar su vida a denunciar públicamente sus peligros anta la pasividad de los gobiernos que intentan ocultar sus efectos negativos. Así lo expone en la revista científica Discovery Salud, haciendo declaraciones con respecto a la telefonía móvil: “Esta industria, este gobierno y los científicos de este gobierno serán responsables de más muertes (de civiles) en tiempo de paz que todas las organizaciones terroristas juntas”. Son en verdad unas declaraciones escalofriantes del que hasta ahora, pertenecía a la élite científica británica.
Barrie se especializó en esos años en que trabajó para la inteligencia militar, sobre los efectos de las emisiones microondas en la salud, especialmente en el funcionamiento del cerebro. Trower compiló una lista de 40 frecuencias y los cerca de sesenta efectos que las mismas provocan. En el ámbito mental: deterioro cognitivo, cambios e humos, tendencias suicidas, agresión sexual entre otras y en el ámbito físico, patologías que iban desde una clara disminución del sistema inmune hasta cancer. Además de estas den uncias, Barrie según informa la Revista Discovery Salud, ofrece sus servicios de forma gratuita a cualquier gobierno, autoridad local, escuela e incluso individuos privados interesados en saber la verdad sobre los efectos de estas radiaciones.
Tras la II Guerra mundial el Tratado de Nuremberg, firmado por todos los países aliados, prohibió completamente los experimentos con la población sin su conocimiento. En la actualidad, existen serios informes en el mundo, realizado por científicos, en los que pone en duda estas tecnologías con microondas (wi.fi, teléfonos móviles, antenas de telefonía, etc.) advirtiendo de los peligros graves para la salud. Por lo tanto los gobiernos como mínimo debían de haber optado una serie de medidas de seguridad mínimas, ante el peligro masivo de los microondas y no creer ciegamente a las empresas que obtenían informes positivos realizados por supuestos científicos pagados por ellos mismos.
Según Barrie, en una entrevista realizada por la revista Discovery Salud, los teléfonos móviles, teléfonos inalámbricos, tecnología Wi-Fi y cualquier dispositivo que emita microondas, tienen una capacidad especial para interferir con el agua (así es como funciona los hornos microondas) y nosotros somos en un 80% agua. Todas nuestras señales químicas y eléctricas requieren agua en el organismo. La industria de telefonía móvil, dice Trower, ha elegido la peor opción posible del espectro electromagnético, porque daña a los adultos pero muy especialmente a los niños. Las antenas de telefonía móvil que se hallen en escuelas, fábricas, casas y oficinas, afectan de forma grave la salud de las personas.
En 2003, se hizo un estudio internacional sobre el impacto de las microondas en escuelas de Francia y España, descubriéndose ciento treinta casos de leucemia que tenían transmisores en sus zonas de recreo.
A finales del 2006, sólo entre Inglaterra, Francia y España hay contabilizados mas de 200 casos de leucemia en niños de once años y aún menores, de sólo once escuelas. También se detectó un elevado porcentaje de cáncer de mama entre las profesoras así como problemas psicológicos y un deterioro general de salud. Según Barrie, puede garantizar con rotundidad que en toda escuela donde haya algún transmisor –una antena, una red de Wi-fi, etc-, el número de alumnos y profesores enfermos será alto, el comportamiento negativo y los resultados de los exámenes cada vez peores.
Los datos han sido analizados responsablemente por algunos países. Francia y Alemania están retirando las conexiones Wi-Fi de todos los colegios e institutos. Francia ha destinado 174 millones de euros a reemplazar la Wi-Fi por fibra óptica o cableado corriente. Los niños, cuanto más pequeños son, más microondas absorben. También señala que ningún transmisor de telefonía móvil debe estar a menos de kilómetro y medio de una escuela, fábrica, viviendo u oficina. La OMS se ha lavado las manos en este grave asunto. Los intereses económicos priman a la estabilidad social.
Muchos científicos de todo el mundo, han investigado durante los últimos años, más de dos mil informes, han cruzado sus resultados, han debatido sobre ellos y han escrito lo que hoy se conoce el Informe BioIniciativa, estableciéndose un “nivel de seguridad que incluye a los niños. Sin embargo, los gobiernos ignoran este Informe concluyente que garantiza la seguridad de todos los ciudadanos ante el uso masivo de microondas.
Reino Unido ha hecho un llamamiento a todos los ciudadanos, que los niños sólo deberían usar teléfonos móviles en caso de emergencia o de vida y muerte y eso es lo que encarecidamente, Barrie Trower pide a todos los padres.
En este sentido, en España, es frecuente ver a los niños de edades muy tempranas, utilizar teléfonos móviles para que sus padres los puedan localizar en todo momento. Es un grave error y una falta de responsabilidad muy grande. El daño al cerebro de los niños es muy perjudicial y los padres queremos ignorarlo por comodidad.
Barrie hace un llamamiento a los gobiernos, para que adopten sin demora los niveles recomendados en el Informe BioIniciativa, retirando las antenas de los lugares habitados, no usando más que inalámbricos DECT de baja radiación, usar cable de fibra óptica o cableado normal en lugar de Wi-Fi, prohibir el uso de móviles a los niños y restringir al máximo su uso por los adultos, no llevándolos encendidos todo el día pegados al cuerpo ni dormir o descansar cerca de ellos.
Cambiar la redes wifi por cableado, no supondría más de 2.000 euros por centro, evitando así numerosas enfermedades graves a los niños de colegios e institutos y adaptándose de forma responsable al Informe BioIniciativa.
Supone un esfuerzo mínimo que fácilmente los ayuntamientos pueden afrontar de manera imperceptible y un ahorro considerable evitándose con esta medida numerosas enfermedades, cuyos gastos en la seguridad social serán elevados. Además se evitaría numerosas enfermerdades de los profesionales de la educación y dolores de cabeza y ojos que ocasionan las microondas.
El principio de precaución es un derecho del ciudadano y el cuidado de su salud, un derecho constitucional cuya responsabilidad la tiene la Administración. Cuidar la salud de los niños y que tengan un aprendizaje sin campos electromagnéticos, es ayudar a que su cerebro en desarrollo se complete con éxito y llegue sin daños a la edad adulta.
(Fuente: “Nueva denuncia del peligro de los móviles, antenas de telefonía, Wi-Fi y otros dispositivos. Revista Discovery Salud Nº 131 – Octubre).
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)
Publicado en Defensores de la Igualdad
Tomado de el Polvorín
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